lunes, 7 de diciembre de 2015

Mímale: Cólicos del lactante


Durante el primer mes mi niña vómitaba mínimo una vez al día. Tenía tantos gases que temía que saliera volando. En ocasiones, cuando soltaba el eructo, este era tan fuerte que vómitaba después. La sesión de osteopatia, cómo ya conté en el anterior post, mejoró mucho su situación,  pero hasta entonces, intentabamos ayudarla tanto como podíamos.


El sistema digestivo del bebé está inmaduro, no alcanza su madurez hasta los 5 años, más o menos.

Esta inmadurez puede provocar en el recién nacido, regurgitaciones, vómitos, dolor de tripa, gases.  Por suerte, con el paso del tiempo se va mejorando y desapareciendo.


#Mimaconsejos:

En caso de vómito/regurgitación:

Después de cada toma, mantended un buen rato al bebé en vertical. Los esfínteres tanto del estómago como del esófago, no cierran como toca y pueden provocar regurgitaciones y/o vómitos.



Intentad que coma lo más calmado posible, sin prisas. Adaptar la leche si es de fórmula. Usad biberones* que reduzcan la entrada de aire.

En caso de que vómite con frecuencia, poned protege colchón en la cama y en el sofá/sillón.

Teded una jofaina, palangana con agua siempre lista para poner la ropita manchada, porque al principio, no siempre vaís a poder hacer una lavadora. La ropita manchada no huele nada bien.

En caso de gases:

Poned al bebé vientre para abajo sobre vuestras rodillas y acariciar la espalda. Así les ayudaís a explusarlos.



Boca abajo en vuestro antebrazo y mecerlo.



Boca arriba, llevarle las rodillas hacia el pecho apretando suavemente el vientre con ellas. Haced la bicicleta o masajearle el vientre en sentido de las agujas del reloj.


Boca abajo con las piernitas hacia el vientre. No dejar solo al bebé en esta postura, sobre todo si aún no tiene la fuerza de levantar la cabecita. 


Si dan el pecho la alimentación de la mamá es importante. Ciertos alimentos pueden provocarle gases u/e intolerancias. Evitar picantes, exceso de lácteos, o de alimentos que fermenten en el intestino. Si algún alimento te provoca gases, al bebé puede que también. Consulta con tu médico en caso de dudas.




Con el paso de los días sabrán identificar si los gases están en el pecho o en el vientre. Sabrán si deben ayudarle a eructar o a echar un pedete.



Hasta ahora mi bebé a pesar de tanto gas y tanto vómito no parecía sufrir ni estar incómoda, pero al mes más o menos cuando comenzamos a combinar la leche materna con la leche de fórmula, la cosa cambió un poco.

Al príncipo, cuando la mayoría de las tomas eran aún de leche materna, todo fue bien. Cuando la tendencia fue la inversa, durante unos días, siempre al caer la tarde, tenía crisis, lloros, no encontraba consuelo. Por suerte en nuestro caso duraban poco y cesaban en menos de una hora. Tal como venía la crisis, se iba.

¿Estabamos, por definición de síntomas ante el temido cólico del lactante versión suave?

El cólico de lactacte se define como un dolor abdominal , espasmo doloroso de origen desconocido, que hace llorar intensamente al bebé, que dura de 10 min hasta horas, que suele ser siempre a la caída de la noche y que hacía los cuatro meses, desaparece.



Las causas no se conocen, podría ser por, ¿inmadurez del sistema digestivo?, ¿gases?, ¿intolerancia a la lactosa?, ¿intolerancia a otros componentes de la leche? ¿malestar animíco?.

En nuestro caso cambiamos la leche de base, a leche de fórmula anticólicos. Comparando composiciones de una leche a otra, ví que lo único que cambiaba era el que ésta tenía lecticina de soja y aceítes vegetales.

Fuera como fuere, las crisis desaparecieron. Estoy convencida que fue un problema por el cambio de leche maternal al de fórmula. Sigo cruzando los dedos para que mi bebé no pase por ello.

Al no conocer la causa exacta del temido cólico, no hay una solución clara, pero si podemos ayudar a aligerarlo intentando disminuir los gases, adaptando la leche o el bibe.

A nivel psicologico, mimarle mucho. La técnica del canguro ayuda a bajar los niveles de ansiedad.



Tened rituales de comida, de cambio de pañal, de sueño. Mal no le hará, le dará seguridad y creará vínculos muy fuertes.

¿Tiene una crisis?. ¿Llora desconsoladamente?. Aseguraros que no tenga hambre, frío/calor, esté mojado, tenga sueño, tenga gases

Descartado lo anterior, si se retuerce, tiene el vientre duro, no se calma en brazos, seguramente sea un cólico. Guardad la calma, cogerle en grazos, mecedlo y paciencia.

Un sonido sordo de fondo, como la lavadora, el fregaplatos o el microondas, les ayuda también.


Movimientos ritmícos como el balanceo amplio el de la mecedora por ejemplo que por cierto, !qué gran invento!. Ahora forma parte del ritual del sueño de mi hija.

(En próximos post hablaré de la importancia de los rituales)


También podemos recurrir al osteopata. Es un buen complemento y tiene muy buenos resultados.

Nunca le dejen llorar y no le masejeen el vientre en plena crisis.

Sí la situación les supera, están tensos, crispados, dad el bebé a la pareja u otro familiar. Es duro verle sufrir, normal que podaís en algún momento estar superados por la situación, lo contrarío sería sorprendente.

Pensad que los cólicos tienen fecha de caducidad.  Rodearse de profesionales y mientras pasa esta etapa complicada,  paciencia, mucho amor y sobre todo,

Mímale!




**Biberones adaptados que reducen la entrada de aire. Los llamados anticólicos. Yo personalmente no sabía que existían y fue gracias a una prima de mi marido que vino a conocer a la peque, que comencé a utilizarlos. Mano de santo. 

Osteopatía, leche adaptada y biberón adaptado = solución antigases y vómitos de mi bebé. 

Desde entonces, los aconsejo a todas las mamis de mi alrededor, mismo si no tienen gases. Daño no les hará y toda prevención es buena. 

Si yo lo hubiera sabido antes me hubiera ahorrado tanto cambio de biberon, 4 marcas distintas, pero claro, biberones convencionales.  Es el precio a pagar por ser primeriza. :) 

                                                



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martes, 1 de diciembre de 2015

Mímate, mímale! Sesión de osteopatía para madre e hija.




Cuando se cumplía un mes del nacimiento de mi hija, las dos fuímos al osteopata.  La verdad era algo que había previsto ya desde antes de su nacimiento y ya no solo por mi formación en osteopatía, sino por experiencia personal. Sabía que nos iba a sentar bien a las dos, y así fue.

En mi caso, el último tramo de embarazo (4 meses en reposo, acostada), me pasó factura después del parto. A nivel pélvico y lumbar, la inestabilidad articular era tal, que andar, estar depie, mismo sentada, era doloroso. No podía andar 10 metros sin que el dolor fuera dificil a soportar. Solo estar acostada me relajaba, cosa poco frecuente con un bebé.

En el caso de la peque como ya dije, lo tenía previsto de antes. Mi intención era que "la chequeara". Los bebés, crecen en nuestro interior y ya en los últimos meses están en un espacio tan pequeño, que se convierten en contorsionistas, dobladitos, comprimidos. Esto puede crear asimetrias craneales, compresiones de nervios.

En el momento del parto no sólo mamá sufre, el bebé también. Ha de pasar por un canal estrecho, salir de un medio seguro y confortable a un medio desconocido. La manera de cómo sea ese proceso puede repercutir a corto o largo plazo en el bebé.

Mi bebé midió 54 cm.  Esperaron tres días a que se "descomprimiera" para tener la cifra exacta.

Durante el primer mes vómitaba más de una vez al día, comía cada vez con mucha ansiedad y se llenaba de aíre.


El osteopata nos comentó que el nervio vago de la peque estaba comprimido.
La trató y los vómitos se hicieron raros, la ansiedad disminuyó al igual que mis dolores. Una segunda sesión se impone para acabar de recuperarnos.

Espero haberos inspirado, ahora más que nunca,
Mímate!
Mímale!

*El nervio vago ayuda a regular los latidos del corazón, controla el movimiento muscular, mantiene la respiración de la persona y transmite una variedad de sustancias químicas a través del cuerpo. Es responsable de mantener el tracto digestivo en buen funcionamiento, contrayendo los músculos del estómago y los intestinos para ayudar a procesar los alimentos, envía información sobre lo que se digiere y lo que sale del cuerpo.
Cuando el nervio vago es estimulado, la respuesta es a menudo una reducción de la frecuencia cardiaca o la respiración. En algunos casos, la estimulación excesiva puede causar que alguien tenga lo que se conoce como una respuesta vaso-vagal, que trae como consecuencia un desmayo o coma debido a su ritmo cardíaco. La estimulación selectiva de este nervio también se utiliza en algunos tratamientos médicos, esta parece beneficiar a las personas que sufren de depresión y de epilepsia.
La mayoría de las veces, no se dan cuenta de las acciones de los nervios vagos derecho e izquierdo, pero probablemente se daría cuenta si este nervio dejó de funcionar como consecuencia de una enfermedad o traumatismo, debido a que el nervio vago es uno de los muchos nervios vitales que mantiene su cuerpo en buen estado. Sin las funciones del nervio vago, le resulta difícil hablar, respirar, de comer, y los latidos del corazón se convertiría en muy irregular.  Fuente: ecured.cu


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