viernes, 25 de julio de 2025

A vueltas Con La Respiración

 Hace una semana acompañé a un grupo precioso en Burriana, y hoy viernes he guiado una sesión individual de respiración consciente. Y todavía me vibra dentro lo que viví con cada una de esas personas.



Hay algo muy especial en acompañar procesos así. Me maravilla ver cómo, con solo abrir un espacio seguro y ofrecer un ritmo de respiración, el cuerpo de cada persona empieza a hablar. A veces en susurros. A veces gritando. Pero siempre diciendo justo lo que esa persona necesita escuchar.

El cuerpo sabe. La respiración guía. Y cada quien, desde su propia conciencia, decide luego qué hacer con eso que ha despertado.

Esa parte me parece tan poderosa: la decisión es personal. Sea cual sea. Sin juicios. Porque no hay un "camino correcto". Solo hay lo que resuena contigo en ese momento.


Cada proceso es único. Ninguno se parece al anterior. Y yo, en medio de todo eso, sigo aprendiendo a soltar el control, a dejar mis expectativas a un lado, a quedarme sin capa ni manual, sin ego que quiera intervenir. 

Acompañar de verdad es estar ahí, sosteniendo, no salvando.



Y sí, estoy orgullosa de mí por eso. Porque cada vez escucho más las necesidades de los demás, sin querer cambiarlas. Porque gracias a este viaje con la respiración, también me estoy respirando a mí. Me estoy redescubriendo.



Respirar cambia cosas. En serio.

Así que si te lo estás pensando… respira. Sé consciente de ella. Y si te apetece vivirlo en primera persona, con alguien que solo quiere acompañarte sin cambiar nada de ti… ¿por qué no probar una sesión 1:1 conmigo? 😛


Te leo, te abrazo,

Mímate!!!

IG: @mimate_metime

FB: Mímate un poco

lunes, 7 de julio de 2025

A vueltas con mirarse de verdad

 Este fin de semana estuve con mis amigas.

Nosotras nos llamamos las chicas  NY, aunque en realidad ninguna viva allí.

Nos conocimos en Nueva York hace 3 años, y desde entonces, cuando decimos "las chicas NY", todas sabemos que estamos hablando de ese grupito que se ha convertido en refugio.



Hay algo especial cuando se construye un espacio donde puedes descansar sin disfrazarte, donde puedes contar cosas sin que nadie te mire raro, donde puedes llorar sin explicaciones y reír sin medida.

 Un espacio donde el amor, la admiración y las ganas de crecer se vuelven la base. 

Donde el espejo de las otras no te juzga, sino que te ayuda a verte mejor.


En medio de ese clima tan bonito, hicimos una dinámica sencilla, pero reveladora.

Consistía en escribir 10 cosas buenas sobre una misma. Virtudes, capacidades, dones…

Y fue curioso ver cómo cuesta empezar.

Algunas decían que 10 eran muchas. Que no se les ocurrían tantas.

Pero claro que se les ocurrieron. Y más.

Lo difícil no era encontrarlas.

Era permitirse verlas sin culpa, sin vergüenza, sin pensar que eso es “mucho”.

Cuando cada una leyó su lista en voz alta, sin miedo, algo se abrió.

Escucharnos reconocernos fue como darnos permiso unas a otras para brillar sin pedir perdón.

Luego hicimos lo mismo con nuestros "defectos".

Y fue igual de sanador.

Porque ver lo que queremos mejorar sin miedo al juicio también es un acto de amor propio.

Nombrar lo que te duele sin esconderlo. Hacerlo consciente.

No para castigarte, sino para ajustar las velas si quieres cambiar de dirección.



Este ejercicio tan simple es, en realidad, un momento de parada.

De esos que no nos tomamos en medio del ruido diario.

Un momento para mirarse con los ojos de quien acompaña y no castiga.


Y si hoy te resuena, te invito a hacerlo tú también.

Sola, en pareja, con tus amigas.

Con boli, con voz, con corazón.



✨ Ejercicio para mirarte desde el amor:


Escribe 10 cosas buenas sobre ti.


Léalas en voz alta.


Respira entre cada una.


Luego, escribe 10 cosas que quieras cuidar, ajustar o entender mejor de ti.


Léelas con el mismo amor.


Y quédate en silencio un momento. Siente qué te pasa al escucharte entera.



Mirarse así no es ego. Es autocuidado profundo.

Es reconocerse sin exigencia.

Y empezar a habitarse con más ternura.




Mímate!!!