lunes, 7 de julio de 2025

A vueltas con mirarse de verdad

 Este fin de semana estuve con mis amigas.

Nosotras nos llamamos las chicas  NY, aunque en realidad ninguna viva allí.

Nos conocimos en Nueva York hace 3 años, y desde entonces, cuando decimos "las chicas NY", todas sabemos que estamos hablando de ese grupito que se ha convertido en refugio.



Hay algo especial cuando se construye un espacio donde puedes descansar sin disfrazarte, donde puedes contar cosas sin que nadie te mire raro, donde puedes llorar sin explicaciones y reír sin medida.

 Un espacio donde el amor, la admiración y las ganas de crecer se vuelven la base. 

Donde el espejo de las otras no te juzga, sino que te ayuda a verte mejor.


En medio de ese clima tan bonito, hicimos una dinámica sencilla, pero reveladora.

Consistía en escribir 10 cosas buenas sobre una misma. Virtudes, capacidades, dones…

Y fue curioso ver cómo cuesta empezar.

Algunas decían que 10 eran muchas. Que no se les ocurrían tantas.

Pero claro que se les ocurrieron. Y más.

Lo difícil no era encontrarlas.

Era permitirse verlas sin culpa, sin vergüenza, sin pensar que eso es “mucho”.

Cuando cada una leyó su lista en voz alta, sin miedo, algo se abrió.

Escucharnos reconocernos fue como darnos permiso unas a otras para brillar sin pedir perdón.

Luego hicimos lo mismo con nuestros "defectos".

Y fue igual de sanador.

Porque ver lo que queremos mejorar sin miedo al juicio también es un acto de amor propio.

Nombrar lo que te duele sin esconderlo. Hacerlo consciente.

No para castigarte, sino para ajustar las velas si quieres cambiar de dirección.



Este ejercicio tan simple es, en realidad, un momento de parada.

De esos que no nos tomamos en medio del ruido diario.

Un momento para mirarse con los ojos de quien acompaña y no castiga.


Y si hoy te resuena, te invito a hacerlo tú también.

Sola, en pareja, con tus amigas.

Con boli, con voz, con corazón.



✨ Ejercicio para mirarte desde el amor:


Escribe 10 cosas buenas sobre ti.


Léalas en voz alta.


Respira entre cada una.


Luego, escribe 10 cosas que quieras cuidar, ajustar o entender mejor de ti.


Léelas con el mismo amor.


Y quédate en silencio un momento. Siente qué te pasa al escucharte entera.



Mirarse así no es ego. Es autocuidado profundo.

Es reconocerse sin exigencia.

Y empezar a habitarse con más ternura.




Mímate!!!

No hay comentarios:

Publicar un comentario